Sabio, investigador y geógrafo
riobambeño nacido el 24 de noviembre de 1704, hijo del Sr. Pedro Atanasio
Maldonado y de la Sra. María Palomino Flores.
Sus primeros estudios los realizó
en su ciudad natal, y luego viajó a Quito para ingresar al Colegio Seminario de
San Luís donde estudió Filosofía, Matemáticas y Ciencias Físico-Naturales.
Al terminar sus estudios volvió a
Riobamba donde por su gran talento y capacidad administrativa fue nombrado, a
la edad de 22 años, Alcalde Ordinario de la ciudad, cargo desde el cual
desarrolló una intensa actividad en beneficio de la comunidad.
Impulsado por su gran deseo de
propiciar el desarrollo de los pueblos de la Real Audiencia de Quito, inició
una serie de exploraciones y expediciones tanto hacia el oriente como hacia la
costa; fundó pueblos, proyectó y construyó caminos, edificó iglesias, etc.
Recibió de sus padres, en
herencia, una gran fortuna, que supo incrementar con su capacidad y con la que
pudo realizar uno de sus trabajos más importantes: La construcción del camino
Quito-Atacames, empresa que duró 6 años pero que prestó invalorables servicios
al tráfico entre la costa y la sierra, y a la colonización de Esmeraldas.
Cuando en 1736 llegaron a Quito
los miembros de la Misión Geodésica de Francia -bajo la dirección del sabio La
Condamine-, trabó con ellos una estrecha amistad y les prestó además una
invalorable ayuda en sus investigaciones y trabajos. Dos años más tarde fue
nombrado Gobernador de Esmeraldas, y al tiempo que cooperaba científica y
económicamente con los geodésicos franceses, continuó incansable la
construcción del camino Quito-Atacames.
Olvidándose de sus propios
intereses reanudó sus viajes de investigación dedicándose a examinar el suelo y
los ríos, medir elevaciones, costas y distancias; observó detenidamente los
vientos y empezó a levantar un plano topográfico de la región.